Fue en aquella tarde de martes por la tarde en la que me me quedé sin aliento,mi vestido de flores junto con tus bermudas se quedaron postrados en el banco,el banco de siempre.
17:23 de la tarde,nos dirigíamos a un bonito paraje,en el que otra vez mis sentimientos afloraron,las lágrimas brotaban sabiendo que unas pocas horas después te irías,te irías durante una larga temporada...
Te dije cosas bonitas,te miré a los ojos y con total sinceridad te dije que te quiero,como sabes,te quiero por encima de todo.Tú eres mi todo.
Varias veces entrelacé mis dedos con los tuyos y varias veces nos abrazamos,también nos fundimos en infinidad de besos.
Poco a poco se acercaba la hora y mi corazón latía más deprisa.
22:30 o quizás las 23 y llegó la hora de la despedida,ese momento que durante toda la tarde navegaba en mi cabeza,pues no sabía como sería y no quería que llegara,pero llegó.Te abracé y me abrazaste.
Te fuiste y cuando llegaste hablamos,más tarde me fui a la cama y me dormí llorando.Ahí empezó mi peor pesadilla.
El levantarme y pensar que estás a 1000 kilómetros me inundó por completo y me sumió en la tristeza de una manera,que hoy,17 días después todavía no puedo salir.
Sabes que no te pido que me abraces todo el rato,o que estés pendiente de mi minuto si y minuto también.
Solo quiero que estés ahí,matándome a besos,hablándome al oído,haciéndome feliz,como solo tú sabes hacerlo,haciéndome la más especial.
Quiero que cuentes las estrellas conmigo,diecisiete mil billones en total,que nos den las mil y una charlando sobre cualquier cosa,que si nos tumbamos en mi toalla de rayas de colores te pongas pegadito a mi, haciéndome sudar aún que me muera de calor,que me digas que me queda bien el pelo así,si tengo frío me abraces y si no lo tengo también.Son pequeños detalles que a mi me complacen,tanto,que puedo llegar a ser la más feliz solo con estar a tu lado.
Te quiero.
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